En una fábrica con mucho ajetreo, al final de una línea de producción, los productos terminan en palés a un ritmo de dos palés por minuto. Una vez completados, los palés deben trasladarse al almacén. Para seguir el ritmo de esta línea de producción, dos conductores de carretillas elevadoras corren de un lado a otro, trasladando los palés completados. De vez en cuando, las mercancías sufren daños. Esos daños afectan al balance final de la empresa, y lo que es más importante, hay trabajadores en la línea de producción, por lo que pueden darse situaciones peligrosas con las carretillas elevadora de aquí para allá y a gran velocidad en el mismo espacio. La gran carga de las carretillas elevadoras limita el campo de visión de los conductores, que podrían no ver a un compañero, con lo que existe una gran probabilidad de que se produzcan accidentes.
Una solución ROEQ+AMR, con la que hay robots que se encargan de transportar los palés desde el final de la línea de producción hasta el almacén, puede suponer un gran aumento de la seguridad y la eficiencia. Un módulo superior TMS-C300Ext o TMC300Ext de ROEQ recoge los palés de gran tamaño (hasta 1200 mm) y transporta los productos acabados con seguridad hasta el almacén. Los robots pueden programarse para hacer una ruta fija, pero de forma inesperada hay algo que bloquee la ruta, el robot además es colaborativo, lo que garantiza la seguridad de las mercancías y los operarios en el área de producción. Además, de esta forma los trabajadores pueden encargarse de otras tareas.
La seguridad y la eficiencia contribuyen directamente al balance final de la empresa, y la inversión suele recuperarse en menos de un año.